En la memoria que elevó al Congreso al finalizar la primera etapa de su ofensiva contra el pueblo mapuche, el propio Roca contabilizó que las operaciones que había comandado dejaron como saldo “5 caciques soberanos prisioneros y uno muerto. 1.271 indios de lanza prisioneros. 1.313 indios de lanza muertos. 10.539 indios chusma prisioneros” y “1.049 indios reducidos”. El entonces ministro de Guerra se ufanó que la suma diera “por resultado la cantidad de 14.712 indios suprimidos de la Pampa” y él mismo admitió que la cifra no incluía “el número considerable de indios muertos en las persecuciones y a consecuencia del hambre en el seno mismo del desierto”.