Con emoción, compromiso comunitario y arte, este miércoles 30 se reinauguró el Área de Sanidad Animal de San Carlos de Bariloche. El acto, acompañado por la firma de un convenio clave con la Asociación Dejando Huellas, marcó el inicio de una nueva etapa para el bienestar de los animales en la ciudad.
Este miércoles 30 de abril quedará en la memoria de Bariloche como el día en que los animales sin voz recuperaron un espacio digno, seguro y lleno de futuro. Con la reinauguración del Área de Sanidad Animal, el municipio dio un paso fundamental hacia una ciudad más empática y comprometida.
El emotivo acto fue encabezado por el secretario de Protección Ciudadana, Carlos Madjinca, el director general de Sanidad Animal, Pablo Roque, y la concejal María del Carmen Coronado, quienes celebraron junto a trabajadores de área, vecinos, voluntarios y organizaciones, esta transformación tan esperada.

La jornada comenzó con un momento histórico: la firma del Convenio de Colaboración entre la Municipalidad y la Asociación Civil Dejando Huellas, que dio nacimiento al programa “Barihuellas”, una iniciativa que promete cambiar la realidad de los perros que pasan por la perrera municipal.
Laura Teira, en representación de Dejando Huellas, y Pablo Roque por el municipio, sellaron este compromiso que une experiencia, vocación y amor por los animales. El objetivo es claro: brindar una respuesta integral y humanitaria a quienes más lo necesitan.
El programa “Barihuellas” contempla acciones concretas: socialización de los perros, bienestar integral, adopción responsable y educación ciudadana. Una visión que no solo piensa en el hoy, sino que construye futuro.

La reinauguración también fue marco para una expresión artística inolvidable: en la fachada de la sede se descubrió un mural vibrante y lleno de vida, obra de la reconocida artista Vale Aves (Valeska Baradit), que con su arte inmortalizó el espíritu del lugar.
El mural, lleno de colores y ternura, representa la esperanza, el encuentro entre humanos y animales, y el compromiso colectivo por construir un mundo más justo también para ellos.

La sede de Sanidad Animal fue completamente refaccionada. Hoy, quienes se acercan con sus animales para la castración, encuentran un espacio amplio, limpio, con tecnología de punta y un circuito pensado para el cuidado y la eficiencia.
El área de recepción fue ampliada y mejorada para brindar un servicio más cómodo. Luego, el pre quirófano –que antes era apenas un rincón– se transformó en una sala de 30 metros cuadrados, con camillas nuevas y luces quirúrgicas de última generación.
Todo el recorrido –recepción, pre quirófano, quirófano y post quirófano– fue rediseñado con estándares de calidad que permiten brindar atención segura, rápida y profesional, tanto para los animales como para quienes los acompañan.

El equipo veterinario cuenta ahora con instrumentos de primer nivel, lo que representa un salto cualitativo enorme en el servicio municipal. Fue el nacimiento de una nueva etapa donde la empatía, el trabajo conjunto y la responsabilidad marcan el rumbo.
Bariloche volvió a latir este miércoles. Y lo hizo desde un lugar lleno de ladridos, miradas nobles y manos dispuestas a transformar. Porque cuando una ciudad cuida a sus animales, también está cuidando su propia humanidad.
