En el marco de los festejos por los 123 años de la ciudad, el intendente Walter Cortés y el gobernador Alberto Weretilnek inauguraron junto a los vecinos los primeros doscientos metros de la nueva calle 9 de Julio; una obra que transforma la vida de cientos de barilochenses.
Bariloche celebra su aniversario con obras que marcan un antes y un después. En una jornada cargada de emoción y compromiso, el intendente Walter Cortés y el gobernador Alberto Weretilnek caminaron hombro a hombro junto a vecinos y representantes de las Juntas Vecinales, recorriendo los primeros avances de la esperada pavimentación de calle 9 de Julio.
La obra, realizada con material proveniente de la nueva Planta de Hormigón —una gestión impulsada por el propio intendente—, alcanzará la curva de la calle Paz. Se trata de un paso fundamental para mejorar la conectividad entre barrios y garantizar una mejor circulación, más segura y ordenada, para todos los habitantes.
Los barrios de Lera, Perito Moreno y Mutisias serán directamente beneficiados por esta transformación. Calles que antes eran sinónimo de dificultades en días de lluvia o polvo en verano, hoy empiezan a mostrar un nuevo rostro: el de una ciudad que se moderniza sin perder su identidad.

La recorrida no fue solo institucional. Fue un encuentro con los vecinos, con sus historias, sus agradecimientos y también sus sueños. Las charlas espontáneas, los aplausos y las fotos entre máquinas y obreros dibujaron una postal de esperanza que contagió emoción a cada paso.
Además del pavimento, se están instalando desagües pluviales y reductores de velocidad, pensando en una avenida segura y funcional. “Va a quedar como tiene que quedar”, señaló el intendente, destacando que no se trata solo de asfalto, sino de una planificación integral para el bienestar ciudadano.
En el marco de los 123 años de Bariloche, esta obra es más que un logro técnico: es una señal concreta de que la ciudad avanza, de la mano de su gente y sus dirigentes. Porque cuando las calles se unen, también se unen las personas. Y Bariloche late fuerte, con cada paso que da hacia adelante.
