Un trabajador con más de una década de antigüedad se consideró despedido luego de que su empleador modificara de manera unilateral sus condiciones laborales sin justificación suficiente. La Cámara Primera del Trabajo de Bariloche, por mayoría, concluyó que la empresa alteró su jornada y lugar de trabajo sin ofrecer alternativas viables, aplicó criterios desiguales respecto de otros empleados y bloqueó su acceso a herramientas esenciales para el desarrollo de sus tareas.