La fundación de Viedma y Carmen de Patagones, el 22 de abril de 1779, marca el nacimiento de lo que en términos geopolíticos puede considerarse como el origen mismo de la Argentina patagónica. De allí la importancia de estas ciudades que durante los siglos XVIII y XIX cumplieron una función clave para la construcción y consolidación de la soberanía de nuestro país en los vastos territorios australes.