Una sentencia de Bariloche fijó una cuota alimentaria notablemente superior a los valores nacionales, al reconocer que el costo de vida en la Patagonia no se refleja en los índices oficiales elaborados para el Gran Buenos Aires. La jueza interviniente ordenó que el padre abone mensualmente el equivalente a una canasta y media de crianza. Consideró tanto la ausencia absoluta de vínculo con el niño como el impacto que tienen en la economía doméstica los precios más elevados del país, registrados en esta región.