La calle Mitre, principal arteria comercial de Bariloche enfrenta un crecimiento sostenido de actividades informales que preocupan a comerciantes y referentes del sector. Así lo refleja un informe elaborado por la Cámara de Comercio e Industria local, que documentó la notable presencia de "arbolitos", venta ambulante y puestos callejeros fijos a lo largo de esta arteria.
El relevamiento, realizado el pasado 15 de mayo, expuso que en promedio ocho vendedores informales de divisas operan por cuadra, particularmente en el sector que va desde las arcadas del Centro Cívico hasta calle Palacios. Estas personas, conocidas como “arbolitos”, captan turistas y residentes ofreciendo cambio de dólares y otras monedas extranjeras en plena vía pública.
Junto a ellos, se identificaron 30 vendedores ambulantes que se desplazan por las veredas exhibiendo una gran variedad de productos: desde bijouterie y alimentos caseros hasta juguetes y artículos textiles. Esta actividad, si bien constante, se incrementa notoriamente durante los fines de semana, feriados y en plena temporada turística, cuando el flujo de visitantes multiplica las oportunidades de venta.
A esta oferta informal se suman 25 puestos callejeros fijos, instalados principalmente en esquinas, accesos a galerías comerciales y sectores de alto tránsito peatonal. Estas estructuras improvisadas —algunas con carpas, tablones y rudimentaria cartelería— comercializan artículos similares a los de los vendedores ambulantes, pero de manera estable, ocupando espacio público sin habilitación.
Una actividad en constante crecimiento
Según el relevamiento de la Cámara, las restricciones cambiarias vigentes y la alta demanda turística explican gran parte de este fenómeno. La imposibilidad de acceder a moneda extranjera por canales formales favorece la proliferación de cuevas camufladas y arbolitos, mientras que las dificultades para ingresar al comercio legal impulsan a muchos emprendedores a recurrir a la venta ambulante.
Desde la entidad se advirtió que esta situación no solo constituye una infracción a la normativa vigente en materia comercial, fiscal y de uso del espacio público, sino que además representa una clara competencia desleal para los comerciantes habilitados, quienes deben afrontar altos costos impositivos, alquileres y controles sanitarios.
En ese sentido, remarcaron que el impacto no se limita al aspecto económico. La proliferación de estas prácticas informales afecta la imagen urbana del principal paseo turístico de la ciudad y plantea riesgos tanto para turistas como para residentes, al operar fuera de todo control sanitario y de seguridad.
Reclamo por mayor control y fiscalización
Uno de los puntos más llamativos del informe es la escasa presencia de controles municipales y fuerzas de seguridad, situación que favorece la consolidación de estos espacios informales. “Se evidencia una falta de fiscalización que permite que los arbolitos y vendedores ambulantes ganen terreno día a día”, señalaron desde la Cámara.
Ante este panorama, la entidad recomendó reforzar las tareas de inspección y control por parte del municipio, la policía y organismos nacionales como la ARCA el Banco Central y Migraciones, para abordar de manera coordinada la problemática de la venta ilegal de divisas y productos sin habilitación.
A su vez, propusieron implementar programas municipales que promuevan la regularización de vendedores informales, mediante habilitaciones simplificadas, capacitación laboral y alternativas de inclusión en el circuito comercial legal. También sugirieron desarrollar campañas de concientización dirigidas a turistas y residentes, alertando sobre los riesgos de operar fuera del marco legal y difundiendo las vías formales para realizar compras y cambios de divisas.
La Cámara de Comercio de Bariloche insistió en que se trata de un problema estructural, que demanda una respuesta integral, ya que su expansión no solo está relacionada con la crisis económica y las restricciones cambiarias, sino también con la falta de oportunidades para ingresar al mercado formal.
El informe revela un importante incremento porcentual en la actividad informal en calle Mitre y los principales accesos a la ciudad, situación que —de no mediar medidas efectivas— podría consolidarse en los próximos meses, sobre todo de cara a la temporada invernal, cuando la demanda turística vuelve a dispararse.