Se trata de becas para que jóvenes y adultos de la ciudad puedan formarse y trabajar, al mismo tiempo que obtener el dinero mínimo necesario para alimentarse. Piden colaboración a los vecinos para financiar el sistema, mostrando con transparencia a dónde van los recursos. Cómo acompañar.
La Fundación San José Obrero y empresarios que la respaldan, presentaron el programa de becas “Madrinas y padrinos del Sanjo”, un programa de becas para jóvenes y adultos con necesidades extremas de trabajo, formación laboral y al mismo tiempo, obtener por ese esfuerzo un ingreso mínimo indispensable para subsistir.
“Venimos de un sistema asistencial poco eficiente, el que no estaba clara la relación entre el trabajo y el esfuerzo, y el aporte que recibían los beneficiarios”, explicaron, para diferenciar esta beca de los planes asistenciales abandonados presumiblemente por esas falencias.
La beca apunta a resolver problemas económicos urgentes de cientos de vecinos, para que al mismo tiempo que trabajan y se forman en oficios y profesiones, puedan recibir el dinero mínimo para comer. Incluso está pensado para madres o padres que no tienen a dónde ni con quién dejar a sus hijos para buscarse el mínimo sustento diario y a la vez poder capacitarse y progresar.
Las becas se otorgan por ciclos anuales, con una duración máxima de tres años, y están condicionadas al cumplimiento de asistencia regular (con un mínimo excluyente del 80%) y puntualidad a la institución, el compromiso con el trabajo y la participación activa en talleres y actividades de formación.
Existen dos tipos principales de becas:
- Beca Base: implica una dedicación de 12 horas semanales (48 horas mensuales) y equivale aproximadamente al 43% del valor de la Canasta Básica Total, por adulto en Bariloche. El monto mensual estimado para el beneficiario es de $240.000 (calculado a razón de $5.000 por hora). Para cobrarla deben participar regularmente en talleres productivos, en actividades de formación integral y en espacios comunitarios complementarios.
- Beca Doble: requiere una dedicación de 20 horas semanales (80 horas mensuales) y cubre hasta el 72% de la Canasta Básica Total, con un monto mensual estimado en $400.000. Está destinada a quienes asumen roles más activos y responsabilidades mayores dentro de los proyectos productivos, involucrándose también en procesos de profesionalización vinculados a la cooperativa o al circuito laboral. Es un apoyo más intensivo, ideal para quienes transitan etapas avanzadas de formación.
El valor económico de las becas se actualiza automáticamente como un porcentaje de la Canasta Básica Total para adultos, garantizando que refleje el costo real de vida en Bariloche.
Las personas pueden acceder a colaborar mediante el correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o un código QR que se adjunta, o el link: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSclyotn50c9vVMUOWJkpKZ9X75sG0CaIJJSoNTI8sGvZid_6A/viewform
“El éxito no es que una beca se prolongue indefinidamente, sino que deje de ser necesaria”, afirmaron. Por eso, las becas tienen un horizonte temporal de hasta tres años y están vinculadas a un plan concreto de desarrollo personal y laboral.
Los referentes del Sanjo pidieron colaboración a empresas y vecinos para cubrir anualmente una beca ($240.000 o $400.000 por mes), o un aporte libre mensual, en la medida de las posibilidades.
“Por ahí alguien puede aportar nomás 50.000 pesos por mes, o juntarse con otros y armar un grupo de cinco para colaborar con $50.000 cada uno, y armar un sueldo. Los bolsillos están flacos para todos”, graficaron.
Como contrapartida, desde la Fundación ofrecen una rendición puntual del destino de los aportes y trasparencia en las formas de administración y actividades de la entidad.
Situación extrema
La presentación estuvo a cargo de las máximas autoridades de la Fundación, Fernando Fernández Herrero y Omar Mastroianni; la científica María Luz Martiarena, quien diseñó el sistema; y los empresarios Germán Waidelich (GW Maderas) y Hernán Lagar (Tienda de Mascotas) y directivo de la federación empresaria FEEBA.
Indicaron que en los últimos dos años cambió mucho la realidad de los barrios populares, se redujo drásticamente la asistencia estatal a los sectores más carecientes, y un sector de la comunidad está llegando a un límite extremo de supervivencia.
Describieron la experiencia de los últimos años, en los que la asistencia a sus talleres productivos de aprendizaje y capacitación fue duplicándose año a año, y preveían para este año recibir alrededor de 3.000 personas, pero que en cambio apenas llegaron a 800. Esta merma obedeció a que no tienen tiempo para dedicar a su formación y práctica laboral, que además va acompañada de un desayuno y un almuerzo, y otros problemas.
Informaron que 2017, más de 6000 personas pasaron por los distintos espacios de la entidad y que el 64% tienen entre 15 y 24 años, el momento más crítico de la actualidad. Tienen 12 equipos productivos y de capacitación en los que el 73% es de mujeres. Y cuentan con el acompañamiento voluntario de más de 50 referentes “aliados” de la comunidad científica, tecnológica y empresarial.
“El modelo se basa en la promoción humana, no en la caridad. Creemos en procesos que requieren tiempo, afecto y esfuerzo. Las personas no son números ni productos industriales: cada historia necesita su propio ritmo de sanación y crecimiento”, señalaron.
Agregaron que buscan fortalecer el tejido social, más cuando “el país es atravesado por desigualdades estructurales”, porque “el trabajo como dignificador de la vida se convierte en una herramienta poderosa”.