¿Por qué la inflación baja pero los precios no?

¿Por qué la inflación baja pero los precios no?

El último informe del Índice de Precios del Consumidor (IPC) publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC), arrojó una tasa de inflación del 11% correspondiente a marzo del corriente año. Un 2,2% menos si la comparamos con febrero, mes en el que la inflación fue del 13,2%. No obstante, vemos que los precios de bienes y servicios no reflejaron esa baja sino, todo lo contrario, siguieron incrementándose.

Por Gabriel Páez (*)

Si de algo somos o, mejor dicho, creemos ser especialistas los argentinos, es en inflación. Un concepto que hemos escuchado desde nuestra infancia, ocasión en la que oíamos a nuestros padres padecer las penurias frente a las góndolas de los supermercados. 

Ahora bien, ¿de qué hablamos cuando hablamos de inflación? La definición académica nos dice que se trata de un aumento sostenido de precios al consumidor durante un período de tiempo. En estos tiempos, ese período se ha vuelto tan largo, el aumento de precios tan sostenido y la economía estancada en recesión, que surgió el término “estanflación”.

Pero no nos vayamos de tema. Cuando el INDEC anunció con bombos y platillos que la inflación de marzo era menor que la de febrero, más de uno fuimos esperanzados a la góndola esperando encontrar una merma en los precios, pero no esto no ocurrió.  Y, permítanme decirles, no va a ocurrir, al menos en el mediano plazo. 

Para explicarlo, antes de las definiciones técnicas, recurriré a un ejemplo práctico. Imaginemos que estamos dando vueltas en un circuito a bordo de un auto. Al completar la primera vuelta, registramos nuestra velocidad y nos arroja que vamos a 100 kilómetros por hora. En la segunda vuelta el registro nos da una velocidad de 110 km/h. Si lo traducimos a una tasa, vamos a un 10% más. En la tercera vuelta, el registro muestra que vamos a 115 km/h, es decir un 5% más que en la vuelta anterior. En resumen, la velocidad de nuestro auto sigue aumentando, sólo que, a menor tasa en la tercera vuelta, comparada con la segunda. 

Con la inflación y los precios pasa exactamente lo mismo. Si bien hubo una merma en la tasa de inflación, lo que, por supuesto, es positivo, los precios siguieron aumentando, sólo que a un menor ritmo. 

Entonces, para que los precios realmente bajen, ¿qué tiene que pasar? En este caso, estaríamos frente a un nuevo concepto: deflación, esto es, la baja sostenida de los precios durante un período de tiempo. Según el Fondo Monetario Internacional, para que un país entre en deflación, la baja sostenida de precios debe darse durante dos semestres. 

Querido lector/a. Si llegó hasta este párrafo quizá se sienta desesperanzado a la hora de hacer rendir su dinero enfrentándose en el mano a mano mensual contra la inflación. Pero no se preocupe. En las sucesivas columnas le renovaré sus esperanzas mediante el desarrollo de conceptos de Educación Financiera e inversiones. El viaje apenas está empezando.

(*) Asesor Financiero certificado por la CNV. Mandatario Nacional del Automotor. Diplomado en Derecho Previsional. Diplomado en Mercado de Capitales. Diplomado en Políticas Públicas y Periodista.

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