En un cálido encuentro lleno de risas y aprendizaje, la Cocina Comunitaria del edificio Polivalente se convirtió en el escenario perfecto para un Taller de Cocina que unió a la comunidad en torno a la preparación de delicias caseras.
La Cocina Comunitaria del Polivalente vibró este miércoles 20 con energía y entusiasmo durante un taller que reunió a vecinos de San Carlos de Bariloche para cocinar juntos. Guiados por la nutricionista y cocinera Coca y Gilda -personal de la Dirección de Promoción Social de la Municipalidad- los participantes vivieron una experiencia única, donde la magia de la cocina se entrelazó con la calidez del compañerismo. Durante tres horas, los asistentes se sumergieron en el arte de elaborar sorrentinos y fideos caseros, llenando el ambiente de aromas que despertaban recuerdos y sonrisas.
Este hermoso encuentro no solo se trató de aprender a cocinar, sino también de fortalecer lazos comunitarios. Los participantes, provenientes del programa de Acompañamiento Alimentario Municipal y el Eje de Familias, compartieron anécdotas y conocimientos, creando un espacio donde todos se sintieron incluidos y valorados. La cocina, ese lugar sagrado donde se comparten los momentos más importantes de la vida, se convirtió en el corazón de la comunidad, uniendo a las personas a través del amor por la buena comida.
La iniciativa, impulsada por la Dirección de Promoción Social de la Municipalidad de Bariloche, no solo busca enseñar habilidades culinarias, sino también fomentar la alimentación saludable y el apoyo mutuo entre los vecinos. Al final del taller, cada participante no solo se llevó consigo las recetas, sino también un pedacito de la calidez del encuentro, recordando que en cada plato hay una historia, un lazo y un futuro más prometedor. En la Cocina Comunitaria, la unión y la solidaridad se cocinan a fuego lento, dejando un sabor inolvidable en el corazón de quienes participaron.