Crianceros trashumantes de Neuquén eligieron a sus representantes

Crianceros trashumantes de Neuquén eligieron a sus representantes

Desde la Subsecretaría de Producción, que depende del Ministerio de Economía, Producción e Industria de Neuquén, se realizaron los dos encuentros estipulados para que crianceros y crianceras trashumantes, pertenecientes a organizaciones de productores, pudieran elegir por tercera vez a quienes los representarán en la Comisión de Huellas de Arreo (CHA).

La CHA tiene la función de informar sobre los avances de la aplicación de la ley de Trashumancia, n.º 3.016, conciliar los intereses de las familias trashumantes con la creación de huellas de arreo e infraestructura vinculada con ellas y proponer a la autoridad de aplicación, programas, proyectos o normativas relacionadas con las familias trashumantes y las huellas de arreo, entre otras acciones.

La trashumancia es una práctica ancestral que involucra a unas 1.500 familias de crianceros, principalmente de la zona centro y norte de la provincia, y es la actividad que llevan adelante los productores, que arrean su ganado por las huellas de arreo para trasladarse de las zonas de invernada a las de veranada y viceversa.

Los encuentros para elegir a los representantes tuvieron lugar el jueves 8 de agosto en Chos Malal y este viernes 9 en Zapala.  El subsecretario de Producción, Marcelo Zúñiga, se mostró agradecido de “poder compartir este momento tan importante para los crianceros trashumantes junto al equipo de trabajo de la Subsecretaría de Producción”, a la vez que reconoció el trabajo hecho por los integrantes de las Comisiones anteriores y también recordó lo “encomendado por el gobernador Rolando Figueroa, de poder establecer prioridades región por región”.

Además, reconoció la responsabilidad con la que las autoridades salientes asumieron su agenda de trabajo.

Los representantes que resultaron electos fueron hombres y mujeres de ambas zonas.  María Crisitina Soto, de Chos Malal, de familia criancera, resultó electa y aseguró que su meta es “luchar por cada criancero, por los alojos, por los animales. Que cada problemática que tiene el criancero podamos llevarla a una buena solución”.

Amaranto Rebolledo, de la zona de Tricao Malal, sostuvo que la jornada de elección “fue muy buena y veo que la Comisión tiene muchas ganas de trabajar y con el acompañamiento de las autoridades creo que vamos a lograr muchas cosas”. “El desafío es que los trashumantes estén cada vez mejor, que no corran riesgo en las rutas, que haya más refugios, aguadas, alojos”, afirmó.

Adolfo Dinamarca, de Pichaihue, integrante de la Comunidad Millaín Currical y productor sostuvo: “Fue un momento emocionante, porque creo que acompañar a los productores es algo que vengo haciendo, antes como segundo lonco de la comunidad, pero también lo he hecho también siendo sólo un poblador que trabajaba por ayudar a los demás”.

Para su postulación, fueron siete comunidades las que se pusieron de acuerdo. “Los desafíos son muchos, los callejones de arreo, el maltrato que sufren a veces los arrieros. Nos faltan muchas cosas, refugios, agua, corrales, pasarelas para poder garantizar la posibilidad de no sufrir pérdidas en los crudos inviernos”, agregó.

Marta Claleo, de Santo Domingo y representante de la AFR Nueva Esperanza, fue elegida por segunda vez, criancera, dijo que “me encanta representar y trabajar con los productores y demostrar que somos capaces”. Se esperanzo en que “la juventud pueda sumarse en esto y que la provincia nos acompañe”.

Norma Lincopán, del Paraje La Pileta, es criancera, y contó que participó de las primeras instancias de trabajo cuando aún no se había formado la Comisión de Huellas de Arreo. “En mi zona no tenemos la parte de obras para la trashumancia y la idea era poder venir a participar y votar, pero tuve la suerte que me eligieran. Hay que colaborar, salir adelante y hacer todo lo que más se pueda”, dijo.

Los elegidos trabajarán con otros representantes que ya estaban en la Comisión como Blas Ortiz de la zona centro, Aldo Méndez y Hortensia Calpán, de la zona norte.

La Ley 3.016 de la provincia, promulgada en 2016, tiene por objeto garantizar el derecho de las familias trashumantes a transitar con su ganado por las huellas de arreo.

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