Proyecto en el Senado sobre producción ovina en la Región Patagónica

Proyecto en el Senado sobre producción ovina en la Región Patagónica

La Senadora Silvina García Larraburu presentó un proyecto en el Senado de la Nación, poniendo el eje principal en la convicción que la producción ovina es una actividad fundamental para la economía y la cultura de la región Patagónica de Argentina.

Sin embargo, recientes medidas incluidas en la Ley Bases han afectado  negativamente, a través de su sanción, el financiamiento y desarrollo de esta actividad, poniendo en riesgo la sostenibilidad de los productores ovinos y el equilibrio socioeconómico de la región.

“En el año 2001 se sancionó la ley 25.422 modificada en 2016 por la ley 27.230, que creó el Régimen para la recuperación de la ganadería ovina, que constituyó un Fondo Fiduciario con el objeto de destinar fondos del presupuesto nacional para recuperar la ganadería ovina nacional, mejorar la infraestructura, aumentar la producción y asegurar la sustentabilidad de la industria ovina”, remarcó.

Además, agregó: “ A través de la promoción y desarrollo de la ganadería ovina en Argentina,se ha logrado mejorar su competitividad y sustentabilidad.

Adicionalmente al marco legal y financiero que la ley establece apoya a los productores ovinos a través de capacitaciones y asistencia técnica”.

“Desde su implementación, abril de 2001, la Ley Ovina ha tenido un impacto significativo en la industria ovina argentina. Ha permitido la financiación de numerosos proyectos que han contribuido a la modernización y sostenibilidad de la producción ovina. Sin embargo, también ha enfrentado desafíos, como la necesidad de asegurar una distribución equitativa de los recursos y la adaptación a las fluctuaciones económicas y climáticas”, sostuvo.

“Desde la asunción, el presidente Javier Milei realizó diferentes recortes presupuestarios en el sector. A través de la sanción de la Ley Bases impactó directamente en los fondos destinados a la Ley Ovina y en programas de fortalecimiento productivo tales como el Plan Lanar 2 y Prolana afectando negativamente los avances logrados en términos de calidad, productividad y sostenibilidad”, mencionó.

“La falta de apoyo y oportunidades en el sector  podría incentivar la migración de trabajadores rurales hacia las ciudades en busca de empleo, lo cual puede provocar la despoblación y el deterioro de estas comunidades. Esto no solo afecta la producción, sino que también puede tener consecuencias ambientales, como la degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad. Las medidas tomadas recientemente muestran con claridad las consecuencias significativas y multifacéticas que afectan negativamente la economía, el medio ambiente, la cultura, y la estructura social de las comunidades dependientes de esta actividad en Argentina” finalizó.

PROYECTO DE COMUNICACIÓN 

Vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional a través de los organismos competentes informe los siguientes puntos acerca de la producción ovina 

  1. En virtud de las recientes medidas que afectan el financiamiento de la producción ovina, ¿Están trabajando en mecanismos que estimulen el desarrollo de la actividad? 
  2. ¿Tiene el Poder Ejecutivo Nacional una planificación que compense el fondo fiduciario recientemente disuelto, destinado a la recuperación de la actividad ovina? 
  3. A fin de permitir la estabilidad y el desarrollo de los productores ovinos en sus distintas categorías, ¿fomentarán la creación de líneas crediticias y aportes no reintegrables? 
  4. Dado el difícil contexto socioeconómico y productivo que atraviesa la sociedad argentina como preveen darle continuidad a los Programa Nacionales Plan Lanar 2 y Prolana los cuales son esenciales para el desarrollo sostenible de la Patagonia. 
  5. Para la región Patagónica, la actividad ovina no sólo es un medio productivo, cumple además un rol cultural y social. ¿Tiene previsto algún programa de sostenimiento de la actividad y acompañamiento de los productores? 
  6. La Patagonia enfrenta una serie de problemas asociados que se ven agravadas por estos recortes:

- Superpoblación de guanacos: Esta situación genera competencia por los recursos naturales, afectando a los productores ovinos. 

- Campos abandonados: La falta de apoyo y recursos lleva al abandono de tierras productivas. 

¿Cómo prevén resolverlos? 

FUNDAMENTOS 

El campo en la Argentina ha tenido en las ovejas un actor central de su desarrollo. 

La producción ovina es una actividad fundamental para la economía y la cultura de la región Patagónica de Argentina. 

Sin embargo, recientes medidas incluídas en la Ley Bases han afectado negativamente , a través de su sanción, el financiamiento y desarrollo de esta actividad, poniendo en riesgo la sostenibilidad de los productores ovinos y el equilibrio socioeconómico de la región. 

En el año 2001 se sancionó la ley 25.422 modificada en 2016 por la ley 27.230, que creó el Régimen para la recuperación de la ganadería ovina, que constituyó un Fondo Fiduciario con el objeto de destinar fondos del presupuesto nacional para recuperar la ganadería ovina nacional, mejorar la infraestructura, aumentar la producción y asegurar la sustentabilidad de la industria ovina. 

A través de la promoción y desarrollo de la ganadería ovina en Argentina,se ha logrado mejorar su competitividad y sustentabilidad. Adicionalmente al marco legal y financiero que la ley establece apoya a los productores ovinos a través de capacitaciones y asistencia técnica. 

Recién a partir de la década del ochenta se pueden distinguir las manifestaciones de una política pública clara, con la publicación del Plan Global para el Desarrollo de la Economía Patagónica, elaborado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación. 

En los años noventa, con la consolidación del neoliberalismo y la reducción de las agencias reguladoras del Estado, se profundiza el contexto de estancamiento y retroceso de la ganadería ovina. 

Se organizaron foros laneros patagónicos, convocados desde el propio Gobierno nacional a instancias de las provincias y sus instituciones. El

Foro Lanero de 1998 ha sido señalado como el punto de referencia para pensar la Ley Ovina. 

El foro sirvió como marco para que las autoridades nacionales, los productores y las autoridades provinciales promovieran un proyecto de ley que contemple las necesidades y demandas de la ovinocultura patagónica: desde el despoblamiento rural, el precio internacional y la falta de competitividad, hasta los inconvenientes ocasionados por las arbitrariedades climáticas. 

Esto favoreció la rápida elaboración de varios bocetos y borradores, puestos a discusión en unos 20 talleres multiactorales organizados territorialmente. 

Desde su implementación, abril de 2001, la Ley Ovina ha tenido un impacto significativo en la industria ovina argentina. Ha permitido la financiación de numerosos proyectos que han contribuido a la modernización y sostenibilidad de la producción ovina. Sin embargo, también ha enfrentado desafíos, como la necesidad de asegurar una distribución equitativa de los recursos y la adaptación a las fluctuaciones económicas y climáticas. 

La ley ovina se origina en la necesidad de revertir una declinación de la actividad por el gran avance de la hacienda bovina. Esto implicó que la cantidad de ganado ovino se redujera de manera sustancial poniendo en peligro la industria dependiente. 

Fue perdiendo predominancia hasta llegar a tener un stock de solo 12 millones de cabezas de los 75 millones de fines del siglo xix. 

Las exportaciones argentinas de carne aumentaron a comienzos del siglo xxi y llegaron a su pico en 2005 con 8.500 toneladas (se incrementaron en un 400 %).

Desde la asunción del presidente Javier Milei realizó diferentes recortes presupuestarios en el sector. 

A través de la sanción de la Ley Bases impactó directamente en los fondos destinados a la Ley Ovina y en programas de fortalecimiento productivo tales como el Plan Lanar 2 y Prolana afectando negativamente los avances logrados en términos de calidad, productividad y sostenibilidad. 

La industria ovina es una fuente importante de empleo en muchas regiones rurales, especialmente en la Patagonia, ayudó a que los productores y los trabajadores rurales puedan seguir manteniendo estables sus trabajos, teniendo mayor gravitación en los momentos de emergencias que atravesó el sector desde su creación. 

La falta de apoyo y oportunidades en el sector podría incentivar la migración de trabajadores rurales hacia las ciudades en busca de empleo, lo cual puede provocar la despoblación y el deterioro de estas comunidades . Esto no solo afecta la producción, sino que también puede tener consecuencias ambientales, como la degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad. 

Asimismo , la superpoblación de especies competidoras como los guanacos, que afecta a los recursos naturales utilizados por los ovinos, podría agravarse sin los programas de manejo y apoyo que la ley facilita. 

Las medidas tomadas recientemente muestran con claridad las consecuencias significativas y multifacéticas que afectan negativamente la economía, el medio ambiente, la cultura, y la estructura social de las comunidades dependientes de esta actividad en Argentina. 

La continuidad y fortalecimiento de la ley y los programas nacionales complementarios son cruciales para asegurar el desarrollo sostenible y el bienestar de los productores ovinos y sus comunidades.

En virtud de lo expuesto solicito a mis pares me acompañen ,debido a la urgencia y la importancia de obtener respuestas claras y acciones concretas por parte del Poder Ejecutivo Nacional . 

Silvina Marcela García Larraburu

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