El "Programa de Respuesta Integral al VIH, infecciones de transmisión sexual, hepatitis virales, tuberculosis y lepra" sufrió un recorte del 92 por ciento. En 2024 nos encontramos con que el presupuesto ejecutado por el gobierno nacional es de un 29 por ciento menos que en 2023. La reducción no se aplica sobre la casta como se prometió en campaña, sino que se hace disminuyendo considerablemente programas de ayuda fundamentales para la calidad de vida del pueblo argentino.
La Senadora Silvina García Larraburu señaló: “Faltan medicamentos, se limitan las políticas públicas de acceso a la salud y un fantasma privatizador sobrevuela los hospitales. El Centro de Economía Política Argentina informó que, al comparar los datos de INDEC con el mismo período de 2024, se marca la reducción presupuestaria de un 40 por ciento".
“En nuestro país conviven aproximadamente 140.000 personas con VIH y 68.000 se atienden en hospitales públicos, según datos de diciembre del último año. Este ajuste afecta de manera directa la calidad de atención y teniendo en cuenta la cantidad de bajas registradas en prepagas en los últimos meses el número de pacientes que vayan a acudir al sistema de salud pública va a ser mayor”, remarcó.
“En julio de 2022, luego de 30 años de espera, el Congreso de la Nación sancionó la ley de Respuesta integral al VIH, hepatitis virales, ITS y TBC que garantiza por un lado el abordaje integral desde la salud colectiva y brindar contención e información para acabar con las situaciones de discriminación. La sanción de la ley se dio por una inmensa mayoría, solo tuvo ocho votos en contra entre los que estaban el del actual presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel”, dijo.
Además, agregó: “El actual Gobierno presentó el proyecto de Ley de Presupuesto para 2025, que incluye un recorte del 76% en la asignación destinada a la Respuesta al VIH, Hepatitis Virales, Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y Tuberculosis (TB), según denunció el Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH, Hepatitis y Tuberculosis”.
“Desde hace más de 20 años el Ministerio de Salud de la Nación se encarga de realizar las compras necesarias para asegurar la provisión gratuita de tratamientos de alto costo para personas que se atienden en el sistema público de salud. Sin embargo, la paralización de compras públicas durante 2024 provocó faltantes de medicamentos, cambios forzados de tratamientos, y escasez de preservativos y reactivos para estudios fundamentales como la carga viral y las células CD4. Estas faltas ya han comprometido la calidad de atención y el seguimiento de tratamientos vitales para miles de personas”, enfatizó.
“Es necesario pedir la ampliación de las partidas presupuestarias necesarias para garantizar la disponibilidad de recursos adecuados que permitan la adquisición de medicamentos e insumos que salvan vidas. La situación actual no solo representa un retroceso en la lucha por la salud pública, sino que también pone en riesgo la vida de quienes dependen del sistema público para acceder a tratamientos vitales”, finalizó.