La Federación de Bibliotecas Populares de Río Negro manifestó su profunda preocupación por las reformas impulsadas por el Gobierno Nacional que afectan a la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP). Entre los cambios cuestionados, señalan la transformación de la Comisión Asesora en un Consejo ad honorem y otras medidas que reducen la participación federal y democrática en el diseño de políticas culturales.
Además, advierten que la vigencia de la Ley 27.742 hasta el 23 de julio habilita una gestión discrecional que podría conducir al desfinanciamiento del organismo y poner en riesgo derechos culturales esenciales, como el acceso a la lectura, la información y la educación. Aunque se valora la continuidad del fondo previsto en la ley 23.351, la Federación reclama un diálogo federal genuino y exhorta a las autoridades a preservar la autonomía de las bibliotecas populares y fortalecer esta política pública reconocida en toda América Latina.
Comunicado
La Federación de Bibliotecas Populares de Río Negro expresa su profunda preocupación por las reformas impulsadas por el Gobierno Nacional que afectan directamente a la CONABIP. La conversión de su Comisión Asesora en un Consejo ad honorem, junto con otras medidas de centralización y reducción de estructuras participativas, implica un retroceso en la construcción federal y democrática de políticas culturales.
Se advierte que la Ley 27.742, cuyo plazo de vigencia concluye el 23 de julio, habilita una discrecionalidad administrativa y presupuestaria que podría derivar en desfinanciamiento y debilitamiento institucional, poniendo en riesgo derechos culturales fundamentales como el acceso a la información, la lectura y la educación.
Si bien valoramos la continuidad del fondo de financiamiento previsto en la ley 23.351, alertamos que la ausencia de un diálogo federal genuino puede derivar en el vaciamiento progresivo del contenido de las políticas culturales.
Reafirmamos, en este sentido, nuestro compromiso con la Ley, abogamos por el pleno respeto a la autonomía de las bibliotecas populares y exhortamos a las autoridades nacionales a abrir los canales de diálogo, con el fin de preservar y fortalecer una política pública reconocida en toda América Latina.
