Desde su puesta en funcionamiento en enero, el nuevo tomógrafo del hospital de El Bolsón marcó un antes y un después en la atención sanitaria de la localidad y la región. En solo cinco meses, se atendieron cerca de 300 pacientes y se realizaron 500 estudios, lo que permitió evitar derivaciones, ahorrar recursos y brindar diagnósticos más rápidos y precisos.
Este equipamiento representa una herramienta de altísimo valor para el sistema público de salud, ya que evita el traslado de pacientes a otras ciudades, principalmente a San Carlos de Bariloche, y reduce considerablemente los gastos por derivaciones a instituciones privadas.
Al respecto, la Directora del hospital, Dina Lavesini, expresó que “el cambio es enorme. El tomógrafo llegó en un momento muy necesario. Antes debíamos trasladar a Bariloche para hacer estos estudios, lo que implicaba un gasto muy grande, tanto para el hospital como para los propios pacientes”.
Señaló que “el tomógrafo está trabajando a pleno desde principios de enero y ya se ha convertido en una herramienta indispensable para la atención clínica. Nos permite definir diagnósticos que antes no podíamos hacer”.
Además de brindar cobertura gratuita a quienes no cuentan con obra social, el servicio también atiende a afiliados de IPROSS y otras coberturas, con turnos programados o por urgencias canalizadas por la guardia central.
Por su parte, Juan Nores, jefe del área técnica, destacó el valor de contar con esta nueva herramienta en el hospital y remarcó que “era el sueño de muchas personas. Hoy brindamos este servicio a toda la comunidad y a la Comarca”.
Gracias a este avance, el tiempo entre la realización del estudio y el informe médico se redujo drásticamente. “En una emergencia, el informe puede estar listo y a disposición del profesional en menos de dos horas, lo que es clave para tomar decisiones clínicas, concluyó Nores.