La Secretaría de Protección Civil del Ministerio de Seguridad y Justicia recuerda la importancia de que la población sepa interpretar las alertas meteorológicas y las recomendaciones oficiales ante diferentes fenómenos climáticos.

En este aspecto, el director de Gestión del Riesgo de Desastres, Gonzalo García, destacó en primera instancia que el Servicio Meteorológico Nacional es el único organismo oficial en todo el territorio argentino que emite alertas meteorológicas y que declara el estado de consideración. En ese sentido, Protección Civil recoge esa información, la comunica de inmediato a los diferentes municipios, Bomberos y áreas de Defensa y Protección Civil de cada lugar.

García indicó que puede ocurrir que diferentes avisos de alertas meteorológicas por tormentas, lluvias, granizo o vientos fuertes, finalmente no se manifiesten como estaba pronosticado. Al respecto, explicó que “cuando se establece un fenómeno en un sector de la provincia bajo el nivel de alerta puede ser que impacte en mayor medida en un punto de esa zona y en otro no. Entonces esa situación tal vez puede confundir y hacer pensar que la alerta no se cumplió. Eso depende de la variabilidad del estado del tiempo y de la zona, pero siempre se deben seguir las indicaciones emitidas hasta que la alerta termine”.

En cuanto a los tipos de alerta, el funcionario explicó que existen tres niveles: amarilla, naranja y roja.

"La amarilla es cuando un fenómeno meteorológico puede suceder con probabilidades del 50% y es necesario estar informado porque a ese nivel puede afectar de una manera no tan significativa a la población y/o a los bienes. La alerta naranja, indica que el fenómeno va a suceder, que hay que estar preparado porque se va a manifestar y puede causar daños", explicó García.

Acerca de la alerta roja indicó que es un nivel superior en términos de peligrosidad. "Es el máximo nivel y en éste los fenómenos meteorológicos que se esperan pueden causar emergencias o desastres. Emergencia porque corre peligro de vida inmediata de la población, los bienes, los servicios y además puede generar desastres por los que la localidad se pueda ver afectada”.

Por otro lado, García recomendó que se debe prestar atención tanto a las alertas, como a sus actualizaciones así como también a los avisos a corto plazo. “Las alertas meteorológicas se establecen con la visualización de los satélites, con actualizaciones cada 12 horas y los avisos a corto plazo son pronósticos inmediatos, de acá a 2 horas. Hay que estar siempre atento a estas actualizaciones del servicio”.

En este aspecto, es relevante diferenciar que en ocasiones se puede dar otro tipo de alerta, como es el de temperaturas extremas, altas o bajas, que pueden afectar a la población. En ese caso, el trabajo se hace en conjunto con el Ministerio de Salud. “Para que se den este tipo de fenómenos se tiene en cuenta la temperatura, la sensación térmica, los vientos y la radiación ultravioleta”, concluyó.