El maestro/a de apoyo a la inclusión (MAI) es un docente de educación especial que forma parte de las configuraciones de apoyo para que el/la estudiante con discapacidad (mental, visual, auditiva, motora) pueda desarrollar todo su potencial dentro del aula, tanto a nivel académico como en la interacción social con sus pares y docentes. Colaborando en pareja pedagógica con su par, el/la maestro/a de sala, en el diseño, desarrollo y evaluación del proceso de enseñanza y aprendizaje de los alumno/as con discapacidad, por lo que se convierte en un coconductor junto al docente de sala o ciclo.
Tal como mencionamos anteriormente, las funciones del maestro/a de apoyo no solo se limitan a los contenidos escolares, sino que se convierte también en un nexo y apoyo para lograr que cada estudiante con discapacidad pueda lograr una verdadera inclusión dentro del grupo de compañeros de aula y que la diversidad se convierta en un potencial para todo el grupo.
El rol de el/la MAI es asesorar, guiar, colaborar en intervenciones y en acciones desde su formación didáctica metodológica. Para esto es necesario sostener una comunicación permanente con el resto del equipo de apoyo y con todo el personal de la institución educativa, ya que el objetivo es poder detectar y eliminar las barreras que impidan una participación plena dentro del ámbito escolar.
A partir de la evaluación permanente del proceso de enseñanza y aprendizaje el/la maestro/a de apoyo diseña las adecuaciones curriculares que esenciales en las distintas áreas, de acuerdo con las necesidades y particularidades de cada estudiante.
Las intervenciones y apoyos se piensan tomando en cuenta los distintos factores que atraviesan la vida del estudiante en proyecto de inclusión, por lo que la comunicación constante se extiende a la familia también. Colabora con el /la estudiante en las ayudas que requiera para la satisfacción de necesidades, psico-higiénicas, tendiendo al logro de la autonomía personal y social del alumno, para esto es necesario y excluyente el acuerdo y consentimiento previo de la familia.
El maestro de apoyo a la inclusión trabaja dentro del aula, cooperando con el grupo, fortaleciendo el proceso pedagógico y de inclusión socioeducativo del grupo, integrándose al equipo educativo, proporcionando y organizando los apoyos necesarios para una propuesta pedagógica inclusiva.
En el trayecto escolar de un/a estudiante siempre es necesario el compromiso de todos los actores involucrados en dicho proceso, más aún cuando se trata de un alumno/a en proyecto de inclusión. Por ello, la familia, la escuela y el equipo interdisciplinario tienen el deber y, a su vez, la necesidad de estar en constante comunicación. Es decir que se trata de un trabajo en equipo, mancomunado, para lograr que la trayectoria escolar de cada persona con discapacidad sea realmente inclusiva y le brinde herramientas para su futuro.
Nos encontramos dentro de un paradigma de calidad de vida, donde se trabaja para que cada estudiante pueda adquirir la mayor autonomía y autodeterminación posible y el ámbito educativo debería ser la base para lograr este objetivo.