El dirigente social Juan Grabois fue liberado en la madrugada del domingo tras haber sido detenido durante más de doce horas, en el marco del desalojo del Instituto Nacional Juan Domingo Perón, en el barrio porteño de Recoleta. La intervención policial fue ordenada por el Gobierno nacional, luego de que Grabois y un grupo de militantes ocuparan pacíficamente el edificio, cerrado semanas atrás por decisión de la administración de Javier Milei.
‼️ATENCIÓN‼️
— Argentina Humana (@arg_humana) June 8, 2025
LIBERARON a JUAN GRABOIS y VALENTÍN PERALTA RAMOS.
Ambos ya se encuentran en LIBERTAD luego de MÁS DE DOCE HORAS de estar DETENIDOS ILEGALMENTE. pic.twitter.com/XHLQIpcLdF
Desde el momento de su liberación, Grabois denunció haber sido víctima de una detención arbitraria y advirtió sobre las condiciones inhumanas en las que fue alojado. “Nos tuvieron en una oficina sin calefacción, con ratas y computadoras de 1984”, publicó en sus redes sociales. “Esto no es una queja personal, es una descripción del sistema carcelario que vamos a cambiar cuando lleguemos al gobierno”.
Hace minutos liberaron a Juan y a Valentín. pic.twitter.com/Hm2qnGgpis
— Juan Grabois (@JuanGrabois) June 8, 2025
El Instituto Perón, cerrado por el Gobierno bajo el argumento de “eliminar estructuras improductivas del Estado”, había sido reabierto simbólicamente por los militantes el sábado por la mañana. “La juventud del movimiento nacional recuperó del odio gorila la antigua residencia de Perón y Evita”, escribió Grabois durante la toma, reivindicando el valor simbólico del lugar, que alberga documentación y objetos históricos del peronismo.
La protesta, que incluyó la lectura de documentos históricos desde el balcón del edificio, fue desarticulada cerca de las 17 horas por un operativo de la Policía Federal. El desalojo fue ordenado por el juez Sebastián Ramos, titular del Juzgado Federal N.º 2, y ejecutado con gases y forcejeos. Unas 40 personas resultaron detenidas, entre ellas el dirigente de Argentina Humana.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, celebró el procedimiento y fue categórica en redes sociales: “El desalojo fue un éxito. Recuperamos un edificio tomado por militantes. El que usurpa, va preso. No importa cómo se llame”. En otro mensaje, apuntó directamente contra Grabois: “Ni él ni ningún kirchnerista tiene privilegios. Se terminó la joda”.
La PFA actuó con firmeza y eficacia. El desalojo fue un éxito. Recuperamos un edificio tomado por militantes que se creían dueños del Estado. Se terminó el vale todo.
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) June 7, 2025
Estamos haciendo lo que ningún gobierno hizo: detener al piquetero que promueve y ejecuta las usurpaciones.
En… https://t.co/CTUUy5y6SZ
Desde el entorno del dirigente social afirmaron que no se les notificó formalmente ningún cargo, ni existía una orden de detención previa. “Fue una detención preventiva sin sustento legal, solo un mensaje para disciplinar a los movimientos populares”, aseguraron fuentes de su espacio político.
Grabois respondió desde su cuenta de X con una advertencia al Gobierno: “El miedo se contagia, pero el coraje también. No hay que tenerles miedo. Todos los gobiernos con pulsiones dictatoriales caen por su propio peso. Paciencia y organización”.
El mensaje que deja @JuanGrabois para todos los que se oponen a este gobierno:
— Argentina Humana (@arg_humana) June 8, 2025
"EL CORAJE SE CONTAGIA" pic.twitter.com/vMPN1X36tr
En paralelo, decenas de militantes y dirigentes políticos se concentraron frente a la Superintendencia de Investigaciones Federales en Villa Lugano para exigir la liberación de los detenidos. Participaron referentes como Itai Hagman, Natalia Zaracho, Federico Fagioli, y legisladores de Unión por la Patria y el Frente Patria Grande.
El operativo también dejó al menos cuatro efectivos policiales heridos, según informó el Ministerio de Seguridad. La Justicia investiga posibles delitos de usurpación y daños, aunque hasta el momento no se formalizaron cargos concretos contra los manifestantes.
La toma del Instituto Perón generó un fuerte repudio en sectores del peronismo, sindicatos, organizaciones sociales y organismos de derechos humanos. El edificio, considerado patrimonio cultural nacional, fue clausurado en mayo sin previo aviso, lo que despertó críticas por parte de historiadores y exfuncionarios.
Grabois, que ya anticipó su intención de competir en 2025 con un armado propio dentro del peronismo, transformó el episodio en una señal de resistencia. “Nos metieron presos por defender el legado peronista. Si hace falta, lo haremos de nuevo en octubre y más allá”, afirmó, dejando abierta la posibilidad de nuevas acciones.
El episodio marca un nuevo punto de confrontación entre el Gobierno y los movimientos sociales. En plena crisis económica y con la campaña electoral en el horizonte, el conflicto por la memoria histórica y el uso del espacio público promete seguir escalando.