El Consejo Federal de la CTA Autónoma sesionó con la participación de 618 compañeros, compañeras y compañeras: 164 delegados miembros del Consejo Federal, de las y los 318 Congresales Nacionales acreditados, y 136 Congresales Fraternales, que son referentes de las organizaciones que se incorporaron a la Central tras las elecciones del 2022.
La actividad contó con un video homenaje a “Norita” Cortiñas, que reivindica la lucha de las Madres de Plaza de Mayo, de los Hijos, y de las Abuelas de Plaza de Mayo. También se puso en valor la figura del historiador y periodista militante Osvaldo Bayer, cuyo monumento en la patagonia fue derribado días atrás por una iniciativa del gobierno de Milei.
Luego, el Secretario General de la CTA Autónoma, Hugo “Cachorro” Godoy, realizó el Informe Político en representación de la Comisión Ejecutiva Nacional.
Estuvieron presentes en el CONFEDERAL las y los invitados: Eduardo Belliboni, del Polo Obrero; Roberto Baradel y Sandra Sapatero, de la CTA de los Trabajadores; Norma Morales, de UTEP; José Oscari, de Somos Barrios de Pie; Juan Cioli, José Cudina y Norma Beatriz Aramayo, del Movimiento Productivo 25 de Mayo; “Pichi” Sorsoburo, de La Bancaria; Oscar Becerra, de la Federación Gráfica Bonaerense; Alejandro Abot, de la Liga por los Derechos Humanos; Agustín Centrapolo, de HIJOS; José Schulman, de la Coordinadora Americana por los Derechos de los Pueblos; compañeros y compañeras del CECIM La Plata, entre otros y otras.
En representación de los invitados hicieron un cálido saludo Roberto Baradel de la CTA de los Trabajadores y la compañera Nina Brugo.
Divididos en cuatro comisiones, las y los presentes debatieron en torno al documento “Luchar para resistir, unidad para vencer: unidad, rebelión, democracia y soberanía”, elaborado por la Comisión Ejecutiva Nacional, sobre la caracterización de esta etapa, cómo se organiza la Central a lo largo y ancho del país en este contexto, y de qué manera avanzar en un programa para profundizar la lucha contra el gobierno entreguista de Milei.
En el cierre del CONFEDERAL, se realizó una plenaria en la que se leyó la sistematización del trabajo de las cuatro comisiones.
Luego de aprobarse las incorporaciones al documento político de la Comisión Ejecutiva Nacional, Mariana Mandakovic y Ricardo Peidro, secretarios adjuntos, cerraron la jornada.
Mariana Mandakovic, secretaria adjunta de la CTA, secretaria general del Cispren de Córdoba y secretaria de Organización de la Fatpren, dijo: “somos una Central anticapitalista, anticolonial, antiimperialista y antipatriarcal. Este es un gobierno fascista y genocida porque planifica la miseria para terminar con nosotros, nosotras y nosotres. El principal arma es el narcotráfico, tenemos que mirar qué está pasando con nuestros barrios. La unidad se construye todos los días, en los territorios, en los barrios, como lo hace la intersindical feminista, la unidad tiene que ser estratégica, en un proyecto de país que nos contenga, así vamos a tener la unidad que necesitamos. Si fuimos capaces en los Noventa de construir nuestra Central frente a la traición del Menemismo que vino a hacer lo mismo que viene a hacer Milei, podemos construir ese proyecto de país que necesitamos hoy”.
“Nuestra autonomía la ejercemos todos los días en nuestras organizaciones. El enemigo es muy poderoso y nos divide y nos disputa la subjetividad de nosotres como trabajadores y trabajadoras. Que muches no se sientan trabajadores es parte de lo que quieren hacer al intentar dividirnos. Cuando le decimos no al Fondo Monetario Internacional le estamos diciendo no al colonialismo, estamos defendiendo la lucha de los pueblos originarios, la salud de nuestro territorio, de nuestros barrios, de nuestro país”, señaló Mandakovic.
“No puede haber ni un solo pibe sin comer, tenemos que seguir honrando la Memoria, la Verdad y la Justicia. Queremos una democracia participativa, en donde aprendamos a escucharnos, a conseguir los derechos que nos faltan y justicia para condenar a los traidores. La unidad es una necesidad y si es necesaria es posible”, concluyó Mariana Mandakovic.
Por su parte, Ricardo Peidro, secretario general adjunto de la CTA y secretario general adjunto de AAPM, dijo: “estamos en las calles en unidad. Es cierto que está Trump y que está Milei pero esta Claudia Sheinbaum en México, ganamos en Uruguay, Lula en Brasil, Cuba y Venezuela siguen resistiendo. Las calles de las últimas movilizaciones era impresionante la cantidad de jóvenes. Norita estaría con nosotros hoy acá sentada. Con las discusiones y los debates que estamos teniendo acá, con la cantidad de organizaciones que se están sumando a la Central no hay posibilidad de derrota: la rebelión se expresa en todos los niveles”.
“Cada vez somos más en las calles. Es un orgullo vernos en todas las luchas. El compañero y la compañera que tenemos al lado después la tenemos al lado codo a codo movilizando ante cada injusticia. Vamos a cerrar como decía Norita, compañeres venceremos!”, dijo Ricardo Peidro para finalizar.
“Unidad y soberanía son los ejes para vencer, solamente cuando la rebeldía está encauzada en un movimiento de liberación vamos a la victoria, como decía John William Cooke”, cerró Hugo “Cachorro” Godoy.
Godoy: “Es imperioso construir poder propio y autónomo como clase trabajadora, y avanzar en más unidad”
El Secretario General de la CTA, Hugo “Cachorro” Godoy, brindó un detallado informe al Consejo Federal donde repasó algunas de las acciones más destacadas de la Central y propuso definir un programa de la clase trabajadora “para derrotar a Milei y alumbrar un nuevo tiempo de esperanza para nuestro pueblo”.
El 2024 fue uno de los años más difíciles que le tocó enfrentar a la clase trabajadora con la asunción de una experiencia de gobierno que representa abiertamente a los grupos económicos, y que son los mismos que se beneficiaron con la dictadura de Videla y Martínez de Hoz. Por eso no fue un año cualquiera aunque, a diferencia de la experiencia de Macri, Milei rápidamente se sacó la careta, renegó de su carácter democrático y pasó a gobernar por decreto, asumiendo la suma del poder público con el decreto 70/23 y la ley Bases, perdiendo su legitimidad de origen.
Desde el primer momento, asumimos el desafío de enfrentar el ajuste pero también abrimos el espacio para el debate político y realizamos el 23 de marzo del año pasado, un Congreso que guió la lucha de resistencia para derrotar el plan de ajuste y saqueo del gobierno, con un programa transformador y emancipador de cara a la sociedad, elaborado por los trabajadores y trabajadoras para salir de la crisis.
Nos impulsan, con claridad, valores y consignas históricas que son “luchar para resistir, unidad para vencer”. Pero no tiene que ser una unidad por el espanto, ni una unidad de amontonamiento, sino que tiene que ser una unidad que sea capaz de construir alternativas emancipadoras para nuestra patria y que defienda los intereses sectoriales de la producción, con la centralidad en la clase trabajadora y del conjunto del pueblo y la nación Argentina.
Tenemos el orgullo de haber asumido la responsabilidad de haber utilizado los humildes recursos de nuestra central para ponerlo al servicio de esta tarea, la de construir poder popular a lo largo y a lo ancho de todo el territorio nacional y de seguir construyendo una Central de nuevo tipo.
Está claro que fragmentar a la clase trabajadora ha sido una estrategia planificada por los gobiernos neoliberales desde la Dictadura Cívico Militar para acá. Por eso el genocidio tuvo al 70% de los 30.000 detenidos desaparecidos a hombres y mujeres de nuestra clase, y luego continuó la tarea sistemática de degradar la democracia, precarizando, instalando una desocupación y una pobreza estructural. Planificaron la pobreza.
Entonces, hoy más que nunca, el desafío que asumimos hace más de 30 años, allá en diciembre de 1991 cuando dijimos que la CGT no era el instrumento para construir una unidad de la clase trabajadora, decimos que ahora se vuelve a ratificar como una decisión muy correcta: seguimos construyendo una central de nuevo tipo para los trabajadores y trabajadoras, más allá de lo que digan los patrones o los gobiernos.
Nos impulsa la identidad de la propia clase, por eso es que nuestra resistencia ha sido desde el inicio de este gobierno, con un paro nacional el 24 de enero de las tres centrales, en unidad, y cerramos el año el 5 de diciembre rebalsando la Plaza de Mayo y planteando con claridad que es obligatoria la confrontación con esta experiencia de gobierno neofascista para derrotarla en el menor tiempo posible. Así, desarrollamos y promovimos el juicio político, denuncias en la Justicia y en instancias internacionales, sosteniendo nuestra lucha a lo largo de todo el año 2024.
Pudimos proponer espacios de construcción y unidad del campo popular a nivel multisectorial. También asumimos el desafío de convocar a organizaciones hermanas a reencontrarnos, por ello abrimos las puertas a estos debates y retomamos las discusiones para transitar el camino de reencuentro con la CTA de los Trabajadores. Lo hacemos desde la autonomía de la clase trabajadora, con iniciativas políticas y propuestas de acción para recuperar al conjunto del campo popular en unidad pero que también nos permitan superar nuestras diferencias para no repetir nuevas frustraciones.
En este escenario dramático, cuando el gobierno lleva adelante la destrucción de la nación para entregarnos como una colonia a EE.UU, si queremos enfrentarlo con perspectiva de victoria, debemos ser capaces de construir unidad del campo popular y latinoamericano, con un programa emancipatorio. Unidad profunda, en todo el país, que no es uniformidad de pensamiento sino que valora corrientes de pensamiento interno que enriquece nuestros aportes, para llevar adelante primero la derrota a este proyecto de muerte que encabeza Milei y los grandes grupos económicos, pero también que sea capaz de hacer realidad nuestros sueños de justicia.
Nuestra resistencia a Macri permitió su derrota pero luego la inconsecuencia de Alberto Fernández hizo posible el retorno de la ultra derecha. Para no repetir esta experiencia, debemos construir una fuerza popular que sea capaz de garantizar que los intereses populares se reflejen en las decisiones de gobierno, como lo hicimos a partir de la rebelión del 2001. Proponemos al Congreso ese camino, el de construir las condiciones para un nuevo tiempo.
Unidad para la transformación, unidad para la emancipación. Cerramos esta frase de nuestro libertador, el general José de San Martín: “Cuando la patria está en riesgo todo está permitido, excepto no defenderla”. Son muchas las tareas y los frentes de pelea. Por eso es que queremos debatirlo y extender este debate a todo el territorio.
Protagonismo de la clase trabajadora para lograr la potencia liberadora. Pero, como dijimos, somos conscientes de que no hay ninguna unidad de fondo que se resuelva por decreto ni por un puñado de dirigentes por importantes o representativos que sean que la representatividad de la clase anida en la multiplicidad de organizaciones que tenemos.
Este Congreso es parte de ese plan de lucha que proponemos, en continuidad de las acciones que venimos realizando. Continuidad que se va a expresar en el Paro y movilización del 9 y 10 de abril. No sólo para sacarnos de encima esta experiencia gobierno neofascista, sino para unir a nuestro pueblo y organizarlo. Para recuperar esperanza, para terminar el hambre, en defensa de la salud, la vivienda, educación pública. El sentido que prevalezca no sea el odio sino la capacidad vivir en paz, en la que nos podamos cobijar.
Es imperioso construir poder propio y autónomo como clase trabajadora y avanzar por más unidad. Por eso decimos: Unidad, Rebelión, Democracia y Soberanía para derrotar a este gobierno y alumbrar un nuevo tiempo de esperanza para nuestro pueblo.