La sesión en el Senado para modificar y devolver a Diputados, en segunda revisión, el proyecto de Ley Bases y el paquete fiscal impulsados por el gobierno de Javier Milei, comenzó pasadas las 10 en un clima de extrema tensión dentro y fuera de un Congreso fuertemente vallado.
Mientras el debate comenzaba en el interior del Parlamento, organizaciones políticas, sociales, estudiantiles y gremiales comenzaban a colmar las inmediaciones del Congreso, que desde la noche del martes fue escenario de una gran vigila en protesta de las nuevas regulaciones que apuntan a modificar condiciones salariales y previsionales de cara al futuro al tiempo que liberan impuestos y establecen blanqueos de capitales para las grandes fortunas.
Frente a la esperada reacción popular, los dispositivos de Seguridad en las inmediaciones se hicieron visibles desde la tarde del martes.
El encuentro legislativo se logró con un quórum ajustado y se descarta que en caso de que el oficialismo logre una votación general afirmativa, las definiciones en particular de artículos podrían recibir más cambios.
En la noche del martes la tensión creció cuando los senadores santacruceños del PRO José María Carambia y Natalia Gadano anunciaron que no darían quórum.
Lo hicieron porque el objetivo es votar primero el paquete fiscal y que Diputados ratifique luego esos cambios, y reclaman también que se incorpore el proyecto sobre jubilaciones aprobado la semana pasada en la Cámara baja para sancionarlo de manera exprés.
Por su parte, el senador y presidente de la UCR, Martín Lousteau, quien presentó su propio dictamen, confirmó su presencia para asegurar el dictamen de minoría, por lo que el debate se inició con el número justo.
En tanto para la sesión se acordó que los proyectos se discutirán por separado y habrá 10 oradores por interbloque para la ley Bases, que tendrán 10 minutos cada uno.
Se agregan los miembros informantes, con 20 minutos, junto a los cierres para los jefes de bancadas, con igual cantidad de tiempo. (SOMOSTELAM)