A un mes de que se conmemore el 50 aniversario del asesinato y martirio del padre Carlos Mugica, el equipo de sacerdotes de villas y barrios populares de la Argentina presentó este jueves una serie de actividades conmemorativas que harán memoria de su legado, con un llamado a “no dejarnos arrastrar por este nuevo cambio cultural en el que se impone la ideología del egoísmo y el individualismo”.
Las actividades fueron presentadas en una conferencia de prensa que se realizó en la parroquia Cristo Obrero, ubicada en el Barrio Padre Carlos Mugica de la Villa 31, donde descansan sus restos, con la presencia del obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario para las villas y barrios populares, monseñor Gustavo Carrara.
“Será mucho más que una conmemoración histórica. Será la ocasión para renovar nuestra presencia comprometida entre aquellos que más la vida les cuesta, como nos enseñó el padre Carlos. Su vida y testimonio nos sigue dando fuerzas para poner el cuerpo y alma al lado de los que sufren todo tipo de pobreza”, dijo el padre Lorenzo ‘Toto’ De Vedia, párroco de Virgen de Caacupé, de Barracas.
En un texto que leyó en nombre de todo el equipo, el padre Toto expresó que en la actualidad Mugica “muere en los que tienen hambre y vive en muchos comedores comunitarios; Mugica muere en tantos jóvenes desangrados por la droga y vive en el Hogar de Cristo y en quienes los ayudan a pararse; muere en barrios sin cloaca, luz y servicios y vive en capillas, colegios y clubes de barrio; muere cuando el Estado se ausenta y vive cuando se fortalece la comunidad. Muere cuando crecen los despidos y vive en los trabajadores de la economía popular”.
“Ojalá podamos seguir buscando lugares de integración y acabemos con la descalificación del otro. Que la grieta se termine, pero no con silencios y complicidades sino mirándonos a los ojos, reconociendo errores y erradicando la exclusión”, reclamó el sacerdote.
Según afirmó el padre Toto, Mugica “nos enseña a no mirar para otro lado cuando hay que denunciar lo que está mal, a no dejarnos arrastrar por este nuevo cambio cultural en el que se impone la ideología del egoísmo y el individualismo” y pidió volver a “la Doctrina Social de la Iglesia y su realización en comunidades abiertas, solidarias y misioneras”.
Por su parte, el padre Ignacio Bagattini –párroco de Cristo Obrero- dijo que con el aniversario que se cumple el próximo 11 de mayo “se busca llegar al corazón de mucha gente para hacer memoria y compartir la vida del sacerdote, dándole fuerza al trabajo y el compromiso que buscamos llevar en cada uno de los barrios”.
Así será la “Semana Mugica”
Blanca Aguirre, encargada del Club Carlos Mugica, dio detalles de las actividades conmemorativas de lo que será la “Semana Mugica”, y que incluirán entre el lunes 6 y el viernes 10 de mayo la instalación de una carpa misionera en Plaza de Mayo, entre las 8 y las 20 de cada día.
El viernes 10 de mayo se realizará una vigilia desde las 18 en el playón bajo la autopista, donde se encuentra la parroquia Cristo Obrero, y el sábado 11 habrá distintas actividades durante el día y una misa a las 18, junto a su tumba.
En octubre de 1999, el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio –hoy papa Francisco– encabezó el traslado de los restos de Mugica desde la bóveda familiar en el cementerio de Recoleta a la parroquia Cristo Obrero, en la villa 31.
El mismo sábado 11, a las 20.15, se realizará otra celebración en la parroquia San Francisco Solano del barrio porteño de Villa Luro, donde Mugica –con 43 años- fue acribillado a balazos el 11 de mayo de 1974 a manos de una patota vinculada la Triple A, luego de celebrar misa, dos meses antes de la muerte de Juan Domingo Perón.
El domingo 12, habrá una caravana desde la Catedral metropolitana hacia la Plaza San Martín, en el barrio porteño de Retiro, donde habrá una misa y un festival popular.
Además, la Pastoral Villera presentará esos días el documental “Padre Carlos Mugica: a la hora de la luz”, con guión y dirección de Walter Peña, y que se emitirá el 11 de mayo, a las 23, por Canal 9.
Las cuatro dimensiones del legado de Mugica
Los organizadores de las actividades buscan actualizar el legado de Mugica en cuatro dimensiones: como sacerdote, desde su rol en la política, en la cultura y en relación a las villas.
“Mugica sacerdote nos mueve a los curas a que nos liberemos de todo lo que nos traba para llegar a los que más sufren. Mugica y la política como forma más alta de caridad nos anima a exigir la presencia de un estado que no se aleje de los más pobres. Mugica y la cultura nos lleva a trabajar por una sociedad más humana y más cristiana, recuperando valores permanentes del Evangelio. Mugica y las villas nos pide que se logre la tan necesaria integración socio-urbana de los más de 5 mil barrios populares”, indicaron.
Como mensaje final, expresaron el deseo de que “la Iglesia organizada tenga presencia activa en cada uno de ellos. En definitiva, hoy en nuestros barrios seguimos acompañando la vida de nuestros vecinos”.
Por su parte, monseñor Carrara destacó que el padre Mugica no vivió y actuó “aislado, no cayó del cielo, ni fue un francotirador” sino que actuó en “equipo” en el marco del contexto histórico y eclesial de su época.
Durante la rueda de prensa, se proyectó un video con imágenes y palabras del padre Mugica, y luego se descubrió una placa por el 50 aniversario de su muerte, frente a su tumba.
En tanto, un equipo conformado por especialistas en conservación, profesores y museólogos trabajan en el proyecto del Museo Mugica, que se inaugurará próximamente en el barrio de la Villa 31.
Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe nació el 7 de octubre de 1930 y colocó a “la opción preferencial por los pobres” en el centro de su labor pastoral y social.
“Señor quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos”, es una de las frases más recordadas del sacerdote vinculado al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, así como a las complejas luchas populares argentinas entre los años ‘60 y la primera mitad de los ‘70. La mayor parte de su labor pastoral la desarrolló en la Villa 31 de Retiro. (SOMOSTELAM)