La Asociación de Defensores y Defensoras de la República Argentina (ADPRA), en su primer plenario del año realizado el 21 y 22 de marzo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, declaró que el turismo social es un pilar fundamental de inclusión y bienestar.

“Es un pilar fundamental de inclusión y bienestar”, declaró en un pronunciamiento la Asociación de Defensores y Defensoras del Pueblo de la República Argentina (ADPRA) en su primer plenario del año reunido el 21 y 22 de marzo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los Defensores del Pueblo consideran indispensable respaldar y promover el turismo en general, y el social en particular, al considerar que la movilidad humana voluntaria, como instancia de recreación, diversión y conocimiento sociocultural, es un derecho fundamental de todos los ciudadanos; considerando al turismo social como una oportunidad invaluable de disfrute, descanso y necesario esparcimiento para aquellos argentinos a quienes la carencia de recursos económicos les impide acceder a viajar.

El turismo social no solo proporciona a las familias la posibilidad de disfrutar de destinos turísticos asequibles, sino que, también, fortalece los lazos comunitarios, fomenta la integración social y contribuye al desarrollo económico de las regiones receptoras. Es una herramienta poderosa para reducir las desigualdades sociales y garantizar que todos los ciudadanos, independientemente de su situación financiera, tengan la oportunidad de experimentar y disfrutar de la riqueza cultural y natural de nuestro país. Desempeña un papel crucial en la preservación del patrimonio cultural y natural, ya que promueve un turismo responsable y sostenible que valora y respeta los recursos locales.

ADPRA aboga por políticas y medidas que fortalezcan y amplíen el acceso al turismo social, asegurando que todas las personas, especialmente aquellas en situación de vulnerabilidad, puedan disfrutar de sus beneficios. Asimismo, insta a las autoridades pertinentes a invertir en la mejora y expansión de las infraestructuras turísticas dedicadas al turismo social, así como a promover programas de subsidios y ayudas económicas para garantizar que nadie se quede atrás en la oportunidad de viajar y explorar nuestro país.

Defensores y Defensoras enfatizan que, además que el turismo social “es mucho más que unas simples vacaciones: se trata de un instrumento poderoso para la equidad, la inclusión y el desarrollo humano. Como sociedad, debemos trabajar juntos para asegurar que el turismo social siga siendo accesible y significativo para todos los ciudadanos, hoy y en el futuro”.