Un proyecto de ley presentado en la Legislatura de Río Negro propone establecer un marco regulatorio para la formación de instructores que tendrán a cargo la capacitación de los aspirantes y cadetes de Policía de Río Negro.
La iniciativa es de Patricia Mc Kidd, de Pro Unión Republicana, quien plantea que la institución policial necesita reformas de fondo y de forma, partiendo del reclutamiento y formación pedagógica de las personas que realizarán la tarea policial de instructor, y que es necesario ir a un formato universitario.
Mc Kidd explica en los fundamentos que los instructores de los cadetes de policía, que fueron formados en períodos militares o de servicio militar, mantuvieron hasta la actualidad algunas de las prácticas de ese sistema como parte de la formación, por ejemplo la denominación “instrucción” (comprendida por movimientos vivos, desfile militar con fusil al hombro, servicios de imaginarias y guardias nocturnas entre otras, presentaciones a viva voz incluso durante las horas de aula o estudio).
Expone como ejemplo “la práctica de marchas por grandes extensiones de terreno por zonas de campo, con pesadas mochilas y escasa alimentación, que ha sido hasta hace pocos años atrás una costumbre que debían sortear todos los cadetes, cuando los fundamentos o fines académicos de estas prácticas poco tienen que ver con la función de prevención o investigación del delito que realizarán los Oficiales de Policía una vez egresados”.
Según describe la parlamentaria, “estas prácticas tienen el objetivo de mantener el ‘espíritu de cuerpo’ y ‘las tradiciones’. El 15 de abril de 2021 se produce la trágica muerte del Oficial Gabriel Mandagaray durante un curso especial, dictado por Instructores de la Policía de Río Negro, en el que se reprodujeron prácticas no escritas pero mantenidas en los usos y costumbres de la Policía de Río Negro a través de los años”.
La legisladora advierte que aunque los instructores fueron condenados, no se llevaron adelante las reformas orgánicas y reglamentarias necesarias para que ello no vuelva a ocurrir.
En el proyecto se plantea que la formación de los instructores, además de tener un correlato con la función que deberán realizar los Oficiales Egresados, debe comprender un periodo de selección que permita conocer si posee las aptitudes necesarias para el puesto de instructor.
“A partir de la sanción de la presente ley, el proceso de formación asegurará la aprobación de los conocimientos básicos de Pedagogía, necesarios para todo formador de ciclos de enseñanza media y terciaria de nuestra Provincia”, concluye Mc Kidd.