La seccional Andina Sur de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y la CTA Autónoma de El Bolsón denunciaron el abandono por parte de la provincia del Área Natural Protegida Rio Azul Lago Escondido (ANPRALE), dado que sobre 65.000 hectáreas solo hay 6 guardas ambientales permanentes, los cuales no son suficientes para la demanda que genera la temporada estival, que requiere un importante trabajo de prevención.
“La provincia todos los años tiene que contratar agentes temporales cuando debiera garantizar un cuerpo de guarda ambientales permanentes, realizando tareas de prevención constante en toda esa zona”, señaló Sandra Contreras, secretaria general de esta seccional.
La dirigente también manifestó la preocupación del sindicato por el gran deterioro de los caminos troncales que conducen a los diferentes refugios, el deterioro de las pasarelas y la falta de señalización, entre otros puntos.
“Queremos que se visibilice esta grave situación que se da por la falta de recursos humanos y la precarización de los trabajadores, que son tomados temporalmente”, completó la dirigente y advirtió sobre la importancia de que se realice un plan de gestión para el cual es necesario que se convoque a un consejo consultivo vinculante que permita a organizaciones de la sociedad civil, organizaciones ambientales y habitantes del ANPRALE tener una activa participación, como así también a las instituciones que tienen vinculación, como el SPLIF y la secretaria de turismo, entre otras.
Cabe recordar que ATE viene llevando adelante una larga lucha por el reconocimiento de los Guardas Ambientales de toda la provincia, demandando la contratación de personal de refuerzo para garantizar las tareas de control y fiscalización dentro del área y en los ingresos de la misma, como así también disponer de equipos de comunicación, vehículos para traslado, infraestructura para los puestos de control en condiciones dignas para el personal, indumentaria, como así también la gestión, coordinación y trabajo conjunto con las demás instituciones involucradas para garantizar la conservación de los recursos a perpetuidad.
Como se denunció en otras oportunidades, la situación de abandono del ANPRALE implica un riesgo inminente de diversas situaciones que atentan contra los recursos naturales y contra la seguridad de las personas, como los incendios forestales, la erosión de los senderos, la generación de residuos, el ingreso de especies exóticas y la sobre carga de los accesos, entre otras.