Una mujer que se encuentra detenida en un establecimiento penal de la provincia pudo reencontrarse con sus hijos en el espacio que se generó en un Centro de Mediación. Desde hacía meses, la madre no tenía comunicación con sus pequeños y en la reunión se acordó que el padre los llevará de visita al establecimiento carcelario.
Hasta que fue detenida, era ella quien estaba a cargo de los chicos y convivía con ellos cuidándolos junto a su actual pareja.
Por permanecer en el centro de detención, el acompañamiento de sus hijos resultaba muy dificultoso por lo que se inició un proceso de mediación en busca de una solución que conformara a la mujer y a su ex pareja. Comprendiendo la importancia de este vínculo, el papá se comprometió a llevar a los niños al Complejo Penal para que pudieran ver a su madre y mantener así un trato más frecuente con ella.
Durante el encuentro, la mujer que fue trasladada desde el penal hasta el Centro Integral de Métodos Autocompositivos de Resolución de Conflictos (Cimarc) expresó su deseo de ver y abrazar a sus hijos. Ante esta solicitud, la oficial que la acompañaba solicitó autorización a su superior, quien finalmente accedió. Con el visto bueno, el padre de los niños fue a buscarlos y los llevó hasta el organismo.
La tarea facilitadora de los defensores públicos y de la mediadora que intervino en la situación, permitió que todos pudieran expresar sus puntos de vista y que alcanzaran un entendimiento. La reunión concluyó con un acuerdo: el papá llevará mensualmente a los niños al penal para que pudieran ver a su mamá con regularidad. Si bien será dentro del ámbito carcelario por al situación de encierro que transita la mujer, el servicio penitenciario brinda las condiciones necesarias en busca de evitar que el contexto de la visita afecte a los menores.
Según lo dispuesto en el Código Civil y Comercial - salvo que exista una resolución judicial en contrario - cuando una persona es condenada a prisión efectiva no pierde el derecho a mantener contacto con sus hijos. Una de las excepciones previstas es que la persona sea condenada por determinados delitos contra la vida o contra la integridad cometidos contra su hijo/a o por femicidio.
Tanto el Poder Judicial como el Ministerio Público han adoptado como una política judicial promover la solución a los conflictos judiciales mediante métodos autocompositivos de resolución de conflictos (MARC).
De esta forma, se conformaron en toda la provincia, equipos de defensores y defensoras capacitados en la temática y dedicados exclusivamente al ámbito de mediación. Ellos actúan ante los Centros Integrales de Métodos Autocompositivos de Resolución de Conflictos que funcionan en distintos puntos de la provincia.