Inflación y salarios 2024: elige tu propia aventura

Inflación y salarios 2024: elige tu propia aventura

La saga “Elige tu propia aventura” fue furor entre quienes nos iniciamos en la lectura en los años ’80. La idea era bastante sencilla: al finalizar cada página el lector tenía la posibilidad de responder una pregunta que lo redireccionaba a otra página, abriendo así múltiples historias, muchos libros en uno solo. Uno de los primeros de la colección se titulaba “Tu nombre clave es Jonás”.

Por Luis Campos (*)

Décadas más tarde, la situación salarial de los trabajadores y trabajadoras registrados en Argentina en el primer año del gobierno de Javier Milei se asemeja bastante a la de aquellos lectores. Lejos de los libros (paritarias) que hasta hace un tiempotenían el mismo inicio y final para todos los trabajadores, la dispersión se transformó en los últimos años en la regla general y se llevó al extremo en el 2024. Como si al final de la página decisiva el resultado de la historia dependiera de la respuesta a la pregunta clave: si trabaja en (complete la actividad que corresponda) pase a la página…

Las primeras páginas del nuevo gobierno en materia salarial fueron comunes a todos los trabajadores: la devaluación de diciembre y el salto inflacionario de ese mes provocaron una fuerte caída del salario real. Nadie pudo escapar a ese destino inicial. Sin embargo, quienes respondieron afirmativamente a la pregunta “Si trabajas en el sector privado, pasa a la página…” tuvieron en su mayoría una reacción relativamente rápida frente al retroceso salarial, mientras que quienes trabajaban en el sector público experimentaron un retroceso mucho mayor. Entre diciembre de 2023 y enero de 2024 el salario real promedio en el sector privado registrado cayó un 12%, mientras que en el sector público lo hizo un 22%.

En ambos casos las siguientes páginas fueron relativamente similares: el salario en el primer trimestre fue acompañando a la inflación, aunque en niveles mucho más bajos. La historia volvió a ser distinta a partir del segundo trimestre, cuando el salario promedio en el sector privado comenzó a recuperar posiciones hasta casi equiparar en septiembre la situación previa a la devaluación, mientras que en el sector público ese crecimiento fue mucho más leve, perceptible únicamente en la frialdad de una planilla de cálculos.

  • Si trabajas en el sector privado, y tenés un salario promedio, en septiembre de 2024 tu salario era un 1,5% más bajo que en noviembre de 2023.
  • Si trabajas en el sector público, y tenés un salario promedio, en septiembre de 2024 tu salario era un 16,1% más bajo que en noviembre de 2023.

Como todo buen libro, las páginas son las mismas para todos pero la experiencia e interpretación es propia de cada lector. Las comparaciones punta a punta (septiembre de 2024 contra noviembre de 2023 en este caso) son solo una de las posibles formas de evaluar el impacto sobre los trabajadores y trabajadoras de la evolución salarial durante este año. En el acumulado anual los resultados fueron muy distintos.

  • Si trabajas en el sector privado, y tienes un salario promedio, tu masa salarial del período diciembre/23 – septiembre/24, en comparación con el mismo período del año anterior cayó un 9,6%.
  • Si trabajas en el sector público, y tienes un salario promedio, tu masa salarial del período diciembre/23 – septiembre/24, en comparación con el mismo período del año anterior cayó un 22,9%.

Mientras la comparación punta a punta posiblemente sea un mejor indicador para dar cuenta de la situación actual, la consideración de la masa salarial de todo el período es más ajustada para evaluar las privaciones a la que estuvieron expuestos los trabajadores y trabajadoras durante este año. Elija su propia aventura.

Esta primera diferencia entre los asalariados registrados se mantuvo a lo largo de todo el año, pero no fue la única. Un buen libro de la saga “Elige tu propia aventura” tenía por definición muchos finales, con resultados muy dispares. Podías salvar al mundo, terminar encerrado en una mazmorra a la espera de un destino incierto, o dependiendo de la ayuda de una ballena para llegar nadando a salvo a la costa.

En este caso, dentro del sector público no parece haber habido muchas diferencias. Distintas jurisdicciones y ámbitos del Estado tuvieron resultados similares: la caída salarial fue la regla en todos los casos, que se sumó al retroceso que ya venían experimentando en los años anteriores.

Por el contrario, dentro del sector privado registrado la apertura por actividades muestra resultados muy divergentes: tu nombre clave es “dispersión”. Mientras algunos sectores tuvieron incrementos importantes en términos reales en sus salarios de convenio, otros se mantuvieron en línea con la inflación y algunos (entre ellos los más importantes por la cantidad de trabajadores comprendidos) experimentaron caídas relativamente importantes (aunque no tan profundas como las del sector público).

Este fenómeno no es nuevo, pero posiblemente estemos frente al año de mayor disparidad sectorial dentro de las paritarias del sector privado registrado. Tanto en su frecuencia como en su magnitud, la inexistencia de una pauta o de patrones relativamente homogéneos fue la regla durante el año 2024.

De cara al 2025 el escenario genera desafíos muy importantes. Posiblemente esta gran dispersión de los acuerdos salariales haya sido posible por un escenario macroeconómico muy particular. Si el futuro nos depara niveles inflacionarios más bajos, con cierta estabilidad de precios sostenida en el tiempo, las páginas de este libro serán mucho menos vertiginosas. Las sutilezas de la negociación volverán a ser la clave. Ello no quiere decir que vayamos a dar por terminada la etapa de las diferencias sectoriales, pero posiblemente ellas se redirijan a las discusiones sobre el impacto en la actividad y el empleo de la nueva normalidad.

Por cierto que esta historia, a diferencia de aquellos libros que devorábamos décadas atrás, está lejos de estar escrita. Los finales están abiertos, en gran medida dependientes de la capacidad de organización y acción colectiva que puedan llevar adelante los trabajadores y trabajadoras.

(*) Coordinador del Monitor de Indicadores Sociales del IEF-CTA Autónoma

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